Una luz de esperanza ilumina al sector ovino español tras la reciente apertura del mercado argelino. Este paso crucial llega en un momento delicado, marcado por la interrupción de las exportaciones a Marruecos debido a la cancelación de su tradicional celebración religiosa. Según destacó Antonio Punzano, representante del sector ovino dentro de COAG, esta oportunidad es vital para sostener una industria que enfrenta serios desafíos económicos: “La decisión argelina representa un refugio necesario en estos tiempos difíciles”. El acuerdo entre España y Argelia, fruto de conversaciones intensas, permitirá enviar corderos vivos cumpliendo con estrictos estándares de bienestar animal.
El impacto de la suspensión de las exportaciones a Marruecos ha sido devastador para los ganaderos españoles. En años anteriores, este país africano constituía el principal destino de las exportaciones de ovinos vivos, absorbiendo hasta el 80% del volumen total. Sin embargo, la crisis económica marroquí truncó estas transacciones, dejando al sector sin uno de sus principales ingresos. Según datos oficiales, más de 794.000 cabezas fueron enviadas en 2024, pero esta cifra se desplomó drásticamente en marzo de este año. La situación se agrava aún más considerando que muchas explotaciones ya venían luchando contra precios bajos y una disminución en el consumo local. Ángeles Santos, del Comité Ejecutivo de COAG, subraya la necesidad de encontrar soluciones equilibradas que protejan tanto a grandes como a pequeñas granjas.
En Argelia, la ‘Fiesta del Sacrificio’ ocupa un lugar central en la cultura islámica, simbolizando devoción y generosidad. Este evento, conocido como Eid al-Adha, exige la participación activa de las familias, quienes deben seguir rigurosos protocolos religiosos durante el sacrificio. Al abrirse al comercio de corderos vivos procedentes de España, Argelia no solo fortalece su abastecimiento, sino que también ofrece a los productores europeos una oportunidad única para mejorar sus márgenes de rentabilidad. Este intercambio comercial resalta cómo la globalización puede generar vínculos positivos entre culturas diferentes, promoviendo el respeto mutuo y el desarrollo económico sostenible. Con nuevos mercados emergentes, el futuro del sector ovino español comienza a vislumbrarse con optimismo renovado.