El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, ha instado a una revisión profunda de las agendas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Durante un evento en Washington, Bessent destacó la necesidad de que estas instituciones retornen a sus objetivos originales para garantizar su efectividad. Según él, el desvío hacia temas no relacionados con sus misiones principales está debilitando su capacidad para abordar cuestiones fundamentales. Este llamado se produce justo antes de la reunión de primavera de ambas organizaciones.
Uno de los puntos centrales de la crítica de Bessent es la dispersión de recursos y tiempo en áreas como el cambio climático, género y problemas sociales. Estos temas, aunque importantes, no forman parte de la misión inicial del FMI. Como resultado, se están descuidando aspectos macroeconómicos cruciales. Además, Bessent enfatizó la importancia de que el FMI mantenga su papel como defensor incansable de la verdad económica, aplicable a todos los miembros por igual, sin excepciones ni favoritismos. Esto incluye criticar abiertamente a países que implementan políticas distorsivas, como China, así como exigir responsabilidad financiera a aquellos con superávit.
En cuanto a la gestión de préstamos, Bessent sugirió que estos deben centrarse exclusivamente en resolver desequilibrios en la balanza de pagos. Deben ser temporales y acompañados de compromisos claros por parte de los países beneficiarios para llevar a cabo reformas económicas estructurales. Si no se cumplen dichas condiciones, el FMI debería estar dispuesto a negar apoyo financiero. Este enfoque busca asegurar que los recursos sean utilizados de manera eficiente y responsable, promoviendo estabilidad económica global.
La reorientación estratégica propuesta por Bessent representa una oportunidad para fortalecer las instituciones internacionales y recuperar su credibilidad. Al concentrarse en sus objetivos iniciales, estas organizaciones pueden contribuir significativamente al progreso económico mundial. La transparencia, la imparcialidad y la rendición de cuentas son pilares fundamentales para construir un sistema financiero más justo y equilibrado, donde cada país asuma su responsabilidad en beneficio colectivo.