En una conversación con sus seguidores, Ana Paula Siebert compartió que su hija Vicky, de cuatro años, ha recibido una oferta para lanzar su propia marca. A pesar del interés mostrado, tanto Ana Paula como su esposo Roberto Justus han decidido que no es el momento adecuado para que la pequeña inicie en el mundo de los negocios. La modelo explicó las razones detrás de esta decisión a través de su cuenta de Instagram.
La propuesta generó diversas opiniones entre los seguidores, quienes reconocen el potencial de Vicky pero también valoran la importancia de proteger la inocencia infantil. Ana Paula y Roberto priorizan el desarrollo natural de su hija antes de involucrarla en proyectos comerciales.
Preservando la Infancia
Para Ana Paula Siebert y Roberto Justus, la infancia de Vicky es un período invaluable que debe ser resguardado. Aunque la oportunidad empresarial podría parecer tentadora, ambos padres entienden que el crecimiento personal y emocional de su hija es prioritario sobre cualquier proyecto comercial.
Este enfoque refleja una postura cuidadosa hacia el futuro de Vicky. Los padres consideran que exponer a una niña tan joven al mundo de los negocios puede comprometer su desarrollo integral. Además, desean que Vicky disfrute plenamente de su etapa infantil sin presiones externas. En este sentido, la decisión no solo busca proteger su inocencia sino también permitirle explorar intereses genuinos fuera del ámbito empresarial. Este enfoque demuestra una comprensión profunda de lo que realmente importa durante estos años formativos.
El Potencial Futuro
A pesar de rechazar la oferta actual, Ana Paula y Roberto ven el potencial de Vicky para futuros proyectos. Su decisión no significa cerrar puertas, sino más bien asegurarse de que cuando llegue el momento, Vicky esté lista tanto emocional como intelectualmente para enfrentar el mundo empresarial.
Los seguidores han mostrado apoyo hacia esta perspectiva, reconociendo que cada niño tiene su propio ritmo de desarrollo. Al enfocarse en el bienestar general de Vicky, Ana Paula y Roberto preparan un terreno sólido donde el talento de su hija pueda florecer naturalmente. Esto implica darle espacio para descubrir quién es y qué le apasiona antes de tomar decisiones importantes relacionadas con su carrera profesional. De esta manera, cuando finalmente decida involucrarse en proyectos comerciales, lo hará desde una posición de madurez y autenticidad.